El mercado de verano es la época en la que los aficionados se ilusionan con nuevos jugadores que se comprometen con sus colores. En las ruedas de prensa, sueltan promesas o retos que con el paso del tiempo merece la pena hacer balance…
El francés Wiltord fue campeón de Europa con su selección, en compañía de Zidane, Thuram o Henry. Retirado en 2012, desarrolló casi toda su carrera en la liga francesa y triunfó en la mejor época del Arsenal (la de principios del siglo XXI). Pero en su trayectoria hay una anécdota que poc@s aficionad@s recuerdan. Era 1996 y el Deportivo pujaba por hacerse por sus servicios, que pertenecían al Rennes. Él quería salir de allí, así que colaboró presionando: “Ya no me interesa este club, pierda o gane el equipo casi me da igual…”. Finalmente, se decantó por Lendoiro, previo desembolso de cerca de millón y medio de euros.
Al no ser del agrado del entrenador de entonces, John Benjamin Toshack, regresó cedido una campaña al Rennes. Tras la marcha de Rivaldo al Barcelona, se presentó oficialmente en la Plaza de Pontevedra el 3 de julio de 1997. Pero se convirtió en una utopía, porque el Girondis pujó tanto por el delantero que terminó comprándolo por 5,5 millones de euros, sin jugar ni un solo minuto con los coruñeses. Sin motivo aparente, les cogió rencor: “Menos mal que se arregló todo. Antes de jugar en el Deportivo, prefiero retirarme”.
No es un caso aislado. De hecho, este verano ha ocurrido con Pedro Ríos. La temporada anterior jugó para el Levante, prestado por el Villarreal. Volvió al ‘Submarino amarillo’, donde posó con la camiseta, pero a los pocos días se desvinculó para formalizar su contratación con el equipo granota.
Una situación igual le ocurrió a los valencianos con el entrenador López Caro. Tras darse a conocer por dirigir al Real Madrid, el Racing de Santander le contrató un 2 de junio de 2006, pero poco más de un mes después se fue al Levante.
Incluso no es la primera vez que el Villarreal es la víctima. Tras agrandar su palmarés en el Valencia, Roberto Ayala fue rumbo al equipo castellonense. Pero el Zaragoza pagó la cláusula de rescisión (6 millones de euros) y permaneció en la ciudad maña tres años.
El Atlético de Madrid, experto
Un conjunto español que sabe cómo funciona esto es el Atlético de Madrid. Lo hizo no solo una vez, sino dos, en el verano de 2011. Por un lado, Julio Alves (hermano de Bruno Alvés) se incorporó a la disciplina rojiblanca gracias a Jorge Mendes. Pero no llegó a pisar Madrid, porque fue directamente traspasado al Besiktas turco, que permitió al agente llevarse sus ‘merecidas’ comisiones. Mendes repitió la jugada con Rubén Micael, que acompañaba (nunca mejor dicho) a Falcao en la operación. Pero ni siquiera estuvo en el Vicente Calderón, al ser cedido al Zaragoza.
Foto: La Voz de Galicia
Autor: Víctor Goded (@goded19)
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