Algo muy arraigado en el mundo del automovilismo es que, si quieres tener una carrera hasta las categorías superiores de las cuatro ruedas, tienes que pagártela desde la base. ¿Qué significa esto? Que se paga por correr. En la F3, las World Series, AutoGP… no hay televisión y casi tampoco seguimiento de medios. ¿Cómo pagar 100.000 ó 500.000 euros por una temporada? ¿Cómo convencer a varios sponsors para que te patrocinen, si apenas van a tener visibilidad? En estos tiempos, es casi imposible. Y los padres o los mecenas acaban financiando a los pilotos. Pilotos que, cada vez más, llegan de paises con economías emergentes.
Esto, de manera preocupante, comienza a ocurrir en el motociclismo de alto nivel. En las categorías de formación hay escuelas y campeonatos becados y se puede dar el salto con relativa facilidad. Pero, pese a lo dicho por Dorna en la reconversión de Moto3 y Moto2 para ahorrar gastos, la realidad comienza a ser la contraria.
Nombres como Sergio Gadea o Héctor Faubel, gente con victorias y hasta subcampeonatos del mundo, han abandonado el Mundial. Por rendimiento, sí, pero porque no quieren pagar por correr. Y como ellos hay otros que seguirán pronto su camino. Toni Elías parece que no está muy lejos de su situación. Silva o Salom quizá no encuentren acomodo en 2013 en MotoGP. Y así la lista se hace interminable.
Por el contrario, cada vez aparecen más pilotos de nacionalidades casi inéditas en el certamen. Siguen dominando los españoles y los italianos. Allí hay cantera, tradición y se apuesta por este deporte, aunque que Romano Fenati corra con una moto en blanco evidencia que no todo es oro.
Pero empiezan a proliferar los denominados ‘pagadores’. Gente como Abraham, Khairuddin, Wilairot… O incluso riders consolidados que entran o no en determinados equipos en función del dinero que puedan aportar.
Muchas personas desconocen que, salvo en el Team Aspar y en varios equipos punteros de MotoGP, los pilotos sacan sus sueldos De lo que consiguen vendiéndose a patrocinadores. Y mientras, los de arriba suelen ser casi siempre los mismos: los que disponen de dinero para que su chasis y sus mecánicos e ingenieros sean mejores, pese a la igualdad que parece reinar en Moto2 y Moto3.
Si cada vez hay más pagadores habrá menos talento puro. De los primeros pueden aparecer mirlos blancos, pero no será lo habitual. Y en esa tesitura y con los sobrecostes que sigue teniendo el Mundial de Motociclismo: ¿solo habrá cuatro o cinco dominadores y se quedará el campeonato sin sorpresas? ¿Si alguien es muy bueno pero vive en un paìs donde no se apuesta por las dos ruedas, podrá tener la oportunidad de correr?