Aunque sea meterme donde no me llaman, ya que lo de cine no es de aquí no puedo resisime a comentar un manga hecho película: Kill Bill (sobre todo el volumen 1). Es un homnaje al manga (incluso más que al anime). A continuación paso a enumerar porqué me parece de Kill Bill vol 1 es el manga hecho película (con tintes de serie B). Puede que si sólo fueran o dos cosas no tuviera mayor importancia, pero todas juntas… la lista es casi interminable.
– La división en capítulos: Es la más evidente. La película esta claramente dividida en capítulos con un título cada uno.
– Capítulo en anime: Otra evidencia. Un capítulo enterito con animación. Anime puro, crueldad, sangre, tragedia personal y venganza.
– Trama: Muy llamativa para alguien que lee manga habitualmente. Muchos cómics japoneses se centran en la venganza, es un tema recurrente, sobre todo en los mangas de samuráis. Las familias masacradas, los hijos que vengan a sus padres, los supervivientes furiosos con los asesinos. Todo eso y mucho más aparece en Kill Bill, incluido el viaje en busca de la espada en el vol 1.
– Protagonista: La novia, Mamba Negra… la protagonista no es un angelito precisamente. En los mangas para adultos es muy normal que los protagonistas sean tirando a malos o, al menos, tengan varios aspectos moralmente difusos en su personalidad.
– Flashbacks: Hay muchííísimos flashback. Otro recurso de los mangas. No sólo lo utilizan para contar la masacre que desencadena los hechos o ciertas experiencias de la protagonista sino también para contar el pasado de los personajes del comando.
– La estética: Las líneas limpias, los colores vivos (animes), la ‘pureza’ de la fotografía y los planos en picado y contrapicado. Muy abundantes, con una composición muy parecida a las viñetas. Destaca, entre otras, en la escena de la Novia contra Vernita Green.
– Sangre: El uso de la sangre como algo estético, casi decorativo. Alcanza el summun en esta escena. Incluso con el cambio al blanco y negro. (El manga siempre es en blanco y negro) y el juego de las sombras casi al final de la escena.
– El honor: O-Ren salvaguarda su honor incluso perteneciendo a la Yakuza (algo muy japonés, hasta los criminales tienen honor).
– Humor absurdo: Al final de la pelea con los 88 maniacos la Novia regaña y manda con su madre a uno de ellos. El momento es fantástico. En los mangas (sobre todo en shonen) es muy habitual cortar los momentos de tensión con otros de humor absurdo. Hay otra, ya mencionada. La pelea entre la Novia y Vernita Green es todo un alarde de surrealismo, sobre todo cuando aparece la niña.
– Referencias samuráis: La relación del personaje, en este caso la protagonista, con su katana es algo profundo, algo trabajado. La katana tiene personalidad, vida. Además, durante la pelea final entre O-Ren y la Novia (escena favoritísma), O-Ren le vacila diciéndole “A la niña blanca le gusta jugar con espadas samuráis. Puede que no puedas luchar como un samurái pero pueder morir cono un samurái”. Al final le pide perdón, restableciendo el honor. Reconoce la derrota y valora a la persona que le ha vencido. Algo, de nuevo muy manga.
– Narrador-protagonista: El protagonista es quién cuenta la historia. Normalmente los personajes de los mangas narran la historia o reflejan sus pensamientos en bocadillos cuadrados (no sé si está bien dicho).
– Flamenco: este punto es raro y es más bien una anécdota que otra cosa, de nuevo en la escena de la pelea contra O-Ren suena música ‘flamenca’ o por lo menos con guitarra. No sé por qué pero en Bleach parte de la banda sonora es flamenca. Supongo que por ahí no desconcertará mucho pero en España es algo surrealista. Este corte es real, pertenece a la banda sonora de Bleach y es lo más surrealista que he tenido el ‘honor’ de conocer.
En resumen, ya sabemos que cine de Tarantino es una mezcla de mil cosas, clásicos, serie B, clásicos de serie B… en esta ocasión Kill Bill tiene una gran influencia del manga japonés y parece evidente que es, en gran parte un homenaje a este género degradado por muchos y amado por otros.
Todo en la película es estético, está claro que es lo que prima. En esta ocasión, además, acompaña con una historia interesante. Lo que seguramente no sea tan común es que la protagonista sea una mujer, suele ser al revés, suelen ser hombres, y más aún dentro del género de samuráis donde las únicas opciones si eres mujer es la prostitución o la muerte (normalmente lenta y horrible).
Si eliges ‘el camino de la espada’ por cualquier razón (no querer ser puta o por ser de familia de guerreros) también estarás muerta, con una muerte más lenta y horrible que la anterior.
– MEG –