Bleach, es, hasta el momento el shonen que más me gusta. No quiere ser coherente, no quiere enseñar nada, quiere ser divertido y además, lo consigue. La calidad no es la de Full Metal Alchemist, no tiene la madurez de Death Note. Es una historia caótica:
Kurosaki Ichigo es un humano que puede ver fantasmas. Hasta ahí todo medio normal. Su vida da un vuelco cuando una noche ve a Rukia, una chica que dice ser shinigami, por supuesto, no se lo cree, ni siquiera con dibujitos. Esta misma noche Rukia se enfrenta a un hollow (un espíritu maligno que devora almas) y tiene que pasar sus poderes a Ichigo para que salve a su familia.
Yo decidí comprarme el manga cuando vi esta viñeta. Hasta el momento el anime me parecía malo y es que al principio lo es, y mucho, pero como en todo en esta vida con el éxito llegó el dinero y se notó en la calidad. Este es el punto de partida, y no puedo contar más sin spoilers.
El caso es que Ichigo, que parecía ser un chaval que veía espíritus, de repente, Rukia se da cuenta de que puede ser mucho más. Y lo es, aunque no quiera soltar demasiadas cosas digamos que, es genético. Mientras la acción se sitúa en el Mundo Real es bastante coñazo pero en cuanto se da el salto a la Sociedad de Almas la serie despega y no decae, al menos, no tan estrepitosamente como otras (Naruto), además los capítulos de relleno, que los hay en el anime, guardan un mínimo de coherencia.
Y explico brevemente lo que es la Sociedad de Almas: es el lugar en el que viven las almas, que hay que estar muerto para vivir allí, vaya. En el centro está el Seiretei (Corte de las almas puras), donde viven los shinigami, todo lo demás es el Rukongai que está dividido en distritos, del 80 al 1, del más pobre al más rico. Básicamente la serie comienza cuando Ichigo se empieza a dar de tortas con todo el mundo en la Sociedad de Almas. Esta parte es un lío, nunca había visto tanto nombres juntos (casi igual que El Señor de los Anillos). Los capitanes de los trece escuadrones, los tenientes, algún oficial, los nombres de las katanas, los nombres de los secundarios… aún así merece la pena.
Una parte muy importante son las espadas de los shinigami. Todas tienen nombre y personificación (humana o animal), la Ichigo, por ejemplo, se llama Zangetsu. Pero el nombre no se lo pone el dueño sino que ya viene dado y quien maneja la espada es quién debe descubrir como se llama porque ella misma se lo diga.
Todo esto le ayudará a ganar poder combinando su fuerza con la de la espada. Pero como en todo la belleza también cuenta y las espadas no pueden ser menos. La de Rukia (Sode no Shirayuki – Remolino de nieve blanca), la única espada blanca en su forma liberada es la más bonita en el sentido físico de la palabra, sin embargo la liberación de espada más bonita es la de Byakuya (Senbonsakura). Todas las katanas tienen dos liberaciones, la primera se llama shikai y la segunda bankai.
Bleach es una mezcla de aventuras, escenas divertidas, surrealistas, absurdas, un poco verdes, un poco ñoñas, tensas, filosóficas… Pero sin duda el mayor tesoro de Bleach es su poder desmitificador. Hasta el personaje más serio puede bajar al nivel de los mortales y para esto, la joya de la corona es Shinigami Cup, una serie de ‘cortos’ de unos 20 segundos al final de cada capítulo que a modo de tira cómica en vídeo dan una visión alternativa de los personajes.
A medida que pasan los capítulos los malos van siendo cada vez más poderosos, los malos se vuelven buenos (a lo Bola de Dragón) y los buenos malos. De hecho, el malo es una sorpresa y un parecido razonable.
Los openings y los endings han ido mejorando con la animación y se llegan por el décimo aunque tienen algunas de las canciones de anime que más me gustan. Me refiero, en concreto, a Rolling Star, también al que le sigue, incluso a un ending que se ha convertido en un clásico dentro de Bleach ya que usa los diferentes escuadrones para el imsmo final.
Además, tiene incoherencias pero no importa. Da igual que la gente que está muerta muera de nuevo, o se ponga enferma o no se sepa si los niños crecen o no.
Pero la parte más refrescante, divertida y que más engancha son sus personajes. Prácticamente todos caen bien y eso hay que muchísmos (nunca he visto un anime con tantos personajes, me atrevería a decir que ninguna serie). Por lo tanto, aunque no puedo hablar de todos, hago una selección de los personajes que mejor me caen, sean buenos o malos porque todos tienen su encanto.