Santiago García y Pepo Pérez regresaron con el segundo volumen de El Vecino en 2007 con una historia que cambia y desarrola el concepto creado con El Vecino.
En esta ocasión Javier vive rodeado de sin techo y con una drogadicta como compañera debajo de un puente. No sabemos cual la razón de su huída. Por su parte José Ramón le guarda el secreto y sigue estudiando para oposiciones mientras intenta encontrarle junto con su ex novia, Lola.
En esta ocasión no se limitan a trasladar la vida de un superhéroe, con todas sus contradicciones a un mundo real y español, para más señas sino que empiezan a navegar entre dudas existenciales. Javier ya parece ser, que no quiere ser Titán, que está en peligro el superhéroe y por lo tanto también un poco todos. Javier se encuentra en un mundo invisible para la mayoría de las personas. Los problemas sociales hacen acto de presencia en esta segunda parte de El Vecino.
Lola sale con Juan, aunque pase bastante de él y se esfuerce por parecer lo contrario. Lo único que quiere es encontrar a Javier mientras que le guarda el puesto de trabajo para que pueda regresar a su vida normal. En este viaje los sentientos y los personajes están bastante desarrollados, de hecho se les intuye una sinceridad infinita, te caigan bien o mal.
En definitiva, un paso más que merece la pena. Un viaje que continúa con una historia aparentemente sencilla pero llena de matices.
– MEG –