Un clásico. El cuento ilustrado por Charles Vess y escrito por el maravillosamente onírico Neil Gaiman (Sandmand, Orquídea Negra) que se adaptó al cine, me parece que con gran acierto. La historia es un básicamente un cuento, una narración fantástica para adultos en la que hay brujas, reyes, príncipes, unicornios, hadas, hechizos, maleficios, leyendas y toda una serie de criaturas fantásticas… hasta una estrella caída y viviente; porque detrás de el Muro, en el reino de Farie todo puede pasar.
La historia es un viaje, el de Tristran, un chico que promete a la chica a la que ama que le llevará una estrella. Mejor dicho, no una estrella, sino la Estrella, la que ambos ven caer al otro lado del Muro. El problemilla llega cuando la Estrella no es una piedra sino una chica rubia con mucho carácter aunque coja por el tremendo porrazo.
La Estrella, que se llama Ivaine, está perseguida por una bruja que desea su corazón para conservar su juventud. A todo esto hay que añadirle los líos de faldas juveniles del padre de Tristran y del curioso origen del chico. Un viaje a los orígenes de si mismo, que sin saberlo, descubrirá sus raíces y econtrará el amor verdadero.
Yo pillé este libro en una edición de lujo de Planeta con tapa dura, ilustraciones a color, bocetos añadidos al final para la ocasión y tamaño gigante. No es barata, pero merece la pena.
– MEG –