Hoy cumple 70 años Hayao Miyazaki, el fundador de Ghilbi, el hombre que consiguió un Oscar a la mejor película de animación y un León de Oro en Berlín dando otra dimensión al anime. Y es que las películas de Miyazaki rebosan sensibilidad, fantasía y sobre todo inocencia infantil, una pureza de espíritu que se refleja en los dibujos, siempre hechos a mano en una época dominada por las animaciones por ordenador.
Pero Miyazaki no siempre quiso dedicarse al anime, ni al cine, ni al arte. Él quería seguir con el negocio de su padre para lo que estudió económicas hasta que en 1975 comenzara a trabajar en Toei, allí, dónde empezó de intercalador de imágenes, terminó en pocos años como secretario del director. Allí, conoció además a su socio en Ghilbi, Isao Takahata. Pediría que no se muriera nunca, pero como no es posible, por lo menos que dure, sobre todo ahora que murió Satoshi Kon.
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– MEG –