– Las memorias de Hollis Mason, uno de los antiguos vigilantes, además, de supuestos recortes de prensa y otros textos similares enriquecen y ayudan a contextualizar la historia, confeccionada como un puzzle para que sea el lector el que vaya completando la trama con este recurso narrativo y otros más habituales. No es necesario leer estas partes pero enriquecen la historia de manera sustancial.
– Otro recurso narrativo, más habitual, es el de los flashbacks, aunque en esta ocasión hasta estos tienen un aspecto diferente, de puzzle. No están en orden y no aparecen perfectamente delimitados como ocurre en otras historias. Una vez más es el lector el que debe encajar las piezas con la ayuda del cambio de coloración en las viñetas, lo único que advierte que es un flashback.
– La Fragata Negra, el cómic dentro del cómic y su paralelismo con la historia de Watchmen le convierte en otro recurso narrativo, puede que el más destacable y uno de los más evidentes. El autor refleja claramente las similitudes entre el mundo del protagonista de La Fragata Negra y el mundo de la historia principal hasta el punto de escribir en las mismas viñetas bocadillos pertenecientes a Watchmen y cuadros con el relato de la Fragata.
– La presentación de los personajes. En el primer capítulo de Watchmen el lector acompaña a Rorscharch mientras inicia sus pesquisas sobre la muerte que desencadena el relato mientras visita a todos los personajes principales de la trama. Así, los autores no llevan al lector de una escena a otra planteando el carácter de cada personaje, sino que ese perfil lo da su conversación con Rorscharch.
– El diario de Rorscharch, es un elemento narrativo más que ayuda a conocer al personaje, su forma de ser. Si fuera el único no sería destacable pero tanto este punto como todos los anteriores convierten a Watchmen en un cómic realmente complejo en cuanto a la narración.
– MEG –