Mariano Rajoy ha pasado calor en Cataluña, pero se le nota encantado, pese al sudor que corre por su frente (tal y como se aprecia en la fotografía adjunta, en la que aparece junto as Jorge Moragas, Alicia Sánchez Camacho y Jorge Fernández). Tanto que, antes de abandonar el recinto donde, según cálculos del PP se agolparon unas 5.000 personas, se para a charlar con la prensa. Brevemente, acuciado por los cazadores de besos y autógrafos, pero charló. Nada de política nacional. Le preocupa Monti, el nuevo primer ministro italiano. Más que el personaje en sí, lo que le inquieta es la forma en la que ha llegado al poder: sin que nadie le vote, salvo la Cámara italiana, que sí representa la soberanía popular. Saludó de manera afectiva a dos enviados especiales del diario The Times, desplazados a Barcelona para concoer de cerca al que, según las encuestas, será el próximo presidente de España.
Al contrario que ocurrió ayer en Vigo, el mitin de Barcelona transcurre sin interrupciones, salvo los aplausos y ovaciones que los fieles dedicaron a su líder. Sin noticias de los indignados. Rajoy, a diferencia de María Dolores de Cospedal en Badalona, no pronuncia ni una sola palabra en catalán.
Barcelona será el domingo para el PP una de las circunscripciones claves para el resultado final. En 2008, el PSC aventajó en diez diputados al PP (16-6), mientras que los otros nueve escaños se lo repartieron CiU, ERC e ICV. En esta ocasión, según las encuestas, podrían superar a CiU en número de votos e, incluso, disputar a los socialistas el primer puesto en un feudo histórico para el partido de la rosa. Alicia Sánchez Camacho, presidente del PP de Cataluña, quiso otorgar todo el mérito del crecimiento del partido en esta comunidad al afirmar: “El estilo Rajoy se ha consolidado en España; has transformado el PP en Cataluña y en toda España”.
La ruta
La caravana se ha lenvatado esta mañana a las siete para recorrer en avión los 1.159 kilómetros que separan Vigo de Barcelona