Charles Dickens o el poeta que jugaba con la intriga
Cuentan las crónicas que cuando llegó a Nueva York, en el año 1940, un barco que traía los últimos periódicos, libros y revistas publicados en Inglaterra con destino al público americano, una multitud esperaba en el muelle gritando a los marineros: «¿Está muerta la pequeña Nell?». Los lectores estadounidenses esperaban con ansiedad la última entrega […]