Chagall y la memoria de Vitebsk
El padre, que se dormía cada noche sobre la mesa inmediatamente después de cenar, y que se parecía en todo a uno de los protagonistas de las pinturas florentinas, «con la barba jamás afeitada, los ojos marrones y a la vez color ceniza, y la tez de barro cocido y recubierta de pliegues y de […]