Jorge de Arco: cuando el tiempo tiene labios de fuego
El tiempo tiene labios de fuego, pero a veces, «se le quedan al par silenciosos y helados». Detener el tiempo, deleitarse en él, tratar de vendimiar en su quietud racimos de verdad eterna es, seguramente, una de las más viejas ambiciones de los poetas de todos los tiempos. Así ocurre también, con emoción inusitada, en […]