El Caimán
La sonrisa de Berlusconi me fascina. Misterio de plástico, insípido e incansable como un chicle, no ha dejado de exhibirla en su largo, muy largo periodo como cabeza, visible y en la sombra, de ese conglomerado de intereses incompatibles que él había hecho de Italia, esa que iba a arreglar como el fontanero que repara […]