Gabo en blanco
Aseguran los escasos afortunados que lo tratan que el maestro ya no los reconoce. Aseguran que repite las mismas, educadas, blancas preguntas una y otra vez, con la misma emoción y curiosidad por saber la respuesta que se le ha dado dos minutos antes, como un pez infantil que te mirase de plano y humilde. […]