La voz de Robinson
No necesitó el lector atento más que una novela ―Beatus ille, 1986― para darse cuenta de que se encontraba ante un autor que respiraba a su propio aire, con una propuesta narrativa que se separaba de las tendecias mayoritarias del momento ―garcíamarquismo, minimalismo airado― con tanta discreción como voluntad. Aquella primera novela y la compilación […]