Piñata judicial
Con qué fervor nos hemos lanzado sobre el ropón ajumado, con qué alegría unánime le hemos tratado de piñata. La única pega en todo el asunto es que nos habría gustado que hubiera planteado un poco de oposición, siquiera por la vía del silencio, y así tener tiempo para vaciar por completo nuestro afán justiciero. […]