Primer acto
Y terminó el recuento y con el desenlace comprobamos desolados y atónitos que la farsa había devenido en tragedia, que el nuevo emperador no estaba desnudo y que, ¡oh, Señor!, el pueblo lo quería. ¿Pero cómo podía quererlo? El pueblo no se equivoca nunca, y sin embargo… En fin, tal vez el recuento no sea […]