Pues sí, que resulta que Rubalcaba es un hombre tímido. Que se pone nervioso cuando tiene que hablar ante mucha gente, que le tiemblan las canillas cada vez que se enfrenta a un auditorio ansioso por disfrutar de su verbo rápido, de su chispa, de esa sagacidad que le ha hecho famoso… ¡Que el tío sufre!
Ha tenido que llegar una campaña electoral para que una, que tenía al candidato socialista por un hombre capaz de torear con la mano izquierda en el peor de los ruedos, descubra que a él también le pasa lo que nos pasa a muchos. Que incluso en los mítines hay quien le grita “¡habla más alto!”. Y él, en tono casi avergonzado, susurra: “…¿más alto?”. Y lo intenta. Y, de verdad, que esto es casi como cuando descubres que los ricos también lloran.
¿Alguien se había imaginado alguna vez a un Rubalcaba apocado? Pues recuperen ustedes el vídeo del mítin que protagonizó el sábado en Dos Hermanas con Felipe González y Alfonso Guerra. Ahí está él, confesando que con gusto habrái prescindido de velódromos y grandes polideportivos, que lo que quería era una campaña de andar por casa, no sé, así como de tú a tú. Y que tuvo que llegar el antaño todopoderoso exvicepresidente del Gobierno, ‘showman’ profesional donde los haya, a leerle la cartilla con un ‘anda, niño, espabila que así no te comes un colín’.
Que Fouché socialista, que si Maquiavelo se queda corto…Y llega hoy a Valencia, cuando el líder de ‘Tequila’ calentaba el ambiente con su versión de ‘Hoy puede ser un gran día’, y ahí se queda clavado, mirando con una sonrisa incómoda, incapaz de arrancarse un baile, demasiado consciente de que es el centro de todas las miradas. ¡Que resulta que las masas son su ‘kryptonita’
…”De verdad, ya sé que me queréis mucho, pero es que trato de entender lo que me decís y como no lo entiendo me pierdo”, dice ante un público participativo.
-“¡Guapo!”
-“No, eso me lo decía mi madre hace mucho tiempo.. no hace falta que te pases compañera…”
Estas cosas sorprenden. Pero, qué quieren que les diga, también humanizan.