Presente de Arcadio Pardo | Hoy empieza todo II - Blogs elnortedecastilla.es >

Blogs

Jorge Praga

Hoy empieza todo II

Presente de Arcadio Pardo

Me parece que es hoy, o ayer, cuando regreso a casa andando desde la Plaza Mayor después de despedirme de Arcadio Pardo. Fue, sin embargo, un ya lejano 21 de agosto, marcado en la dedicatoria que me dejó en su último libro, y tras larga conversación en una terraza. La despedida no fue tal, sino un hasta pronto, como muy tarde hasta esas jornadas de la casa Zorrilla en abril en las que iba a ser protagonista. Cómo pensar en la muerte, en su muerte, a pesar de sus 93 años, teniendo delante aquellos ojos vivísimos, aquella curiosidad, aquel preguntar por posibles amigos comunes, aquella planta erguida y distinguida. Aquella jovialidad que acababa en el rictus irónico, en la sonrisa, en la risa. Amigo Arcadio.

Fue, y lo será para siempre, un poeta único. Todo poeta de verdad lo es en su capacidad de cercar su territorio y armar su lenguaje propio desarmando el común. Pero Arcadio esa distinción la urdió y consiguió desde la ausencia de generaciones grupales, casi desde la soledad artística. Vivió desde los veintipocos años en Francia, formó allí una familia, ejerció la docencia y la investigación filológica, habló la lengua del país vecino. Pero en la intimidad segregó sin cesar su escritura en la lengua de sus padres y desde sus orígenes castellanos. Y fue edificando pausadamente una obra que no obedecía a más patrones ni patronos que la libre y expandida autoexigencia. Así que los que llegamos a su poesía lo hicimos con la misma libertad con la que fue creada, sin modas ni lanzamientos editoriales. Hace unas cuantas décadas me encontré por casualidad con un libro que me llamaba desde el título: Plantos de lo abolido y lo naciente. Un autor desconocido, Arcadio Pardo, que anotaba en la solapa su domicilio en Chaville, en las cercanías de París. Se fue conmigo para casa, y le siguieron otros, y la estantería que los contenía iba creciendo con los anteriores, y sobre todo con los posteriores. Poco a poco encontré cómplices, llegaron artículos y reconocimientos, y su principal valedora, María Eugenia Matía Amor, leyó en la Universidad de Valladolid la tesis doctoral dedicada a su obra en una mañana inolvidable de mayo de 2018, en la que la lectura de algunos poemas por parte de Arcadio nos emocionó a todos. Pocas veces me ha dolido tanto la burocracia horaria enarbolada por la autoridad académica de la mesa para cortar sin miramientos aquella maravilla de enunciación.

A Arcadio le gustaba indagar en huellas ajenas, en vidas de otros que luego resucitaban en su obra. En la “allendajenidad”, con terminología suya, solo suya. Una vez me confesó que su poesía aspiraba a una vivificación semejante prestada por lectores atentos. A una permanencia que confirmara los primeros versos de su último libro: “El presente, me sume, me rodea, me inunda”. Cada lector, cada lectura de sus obras, edificará sin cesar ese presente poético en el que tan a gusto sigue y seguirá Arcadio Pardo.

Temas


noviembre 2021
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930