Ambiente preelectoral, pero, sobre todo, distendido. La inauguración de la exposición de fotografías de El Norte de Castilla, el pasado martes en la Casa de los Picos, volvió a convertirse en un masivo encuentro del todo Segovia. No faltaba nadie y el que lo hizo, seguro que fue por causa de fuerza mayor y no por falta de interés. La muestra lo merece y sus autores, los ‘Toños’, De Torre y Tanarro, y Javier Segovia, y la edición segoviana del periódico, también. No es vanidad, es justicia, aunque solo sea por las horas de nuestra vida que consumimos en la sede del diario, en la bulliciosa avenida de Fernández Ladreda.
Gente había, a raudales, aunque los políticos se llevaron la palma. La cercanía de la cita electoral de mayo hacía sospechar que aquello iba a ser un compendio de representantes de instituciones públicas de todo rango y color. Y así fue. Desde el PP al PSOE o desde el PSOE al PP, como ustedes prefieran.
Entre los populares, la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, con parte de su equipo, como María Jesús Pascual o Javier Nieto, así como la cabeza provincial del partido, con Francisco Vázquez y Miguel Ángel de Vicente, y el delegado de la Junta, Luciano Municio. De las Cortes regionales hubo pleno con Juan José Sanz Vitorio, Paloma Sanz y Juan Ramón Represa, y entre los parlamentarios nacionales Javier Gómez Darmendrail, Beatriz Escudero y Juana Borrego. Por la Diputación, su presidente, Javier Santamaría, además de José Carlos Monsalve; y del Ayuntamiento, concejales como Miguel Ángel Antona, Susana Moreno, Ángel Román o los ‘Pablos’, Martín y Pérez.
Allí estaban, juntos pero no revueltos, con el futuro ‘establishment’ del PP municipal, encabezado por el candidato Jesús Postigo, que no se se separó de su flamante fichaje, José Antonio Garvía. Todos hablaban de los componentes de la lista que iban a presentar al día siguiente. Pero no soltaron nombres, sin duda escarmentados de otras ocasiones y aún renqueantes por lo que anunció El Norte hace más de dos meses: el cambio de cabeza de cartel. Algún día contaré como fue el asunto, periodístico, claro.
Tampoco estaban cerca del actual grupo municipal del PP, las ex concejalas Josefina García y Elena García Gil, que acudieron a la cita sabedoras de la tranquilidad que da ser ‘outsiders’. Ellas ya pasaron la tormenta y ahora se bañan plácidamente, lejos de las procelosas aguas de la política. Allí hablaron con el alcalde del Real Sitio, José Luis Vázquez, al que miraban embelesadas, después de que desvelara en mi presentación de la exposición que le apodan el ‘guapo’. Espero que no sea objeto de mucha guasa por el asunto.
En la otra orilla, el PSOE. Mezclados con los populares y en una camaradería inusitada. Corren malos tiempos de imagen para los políticos y si entre ellos no se ayudan, no sé quien lo va a hacer. Así deben pensar. La estrella en las filas socialistas fue, como desde hace muchos años en la ciudad, el alcalde Pedro Arahuetes. Junto a él los concejales Javier Arranz –protagonista de una de las fotografías– , Clara Luquero, Paloma Maroto o Pepe Llorente. El líder provincial y senador, Juan Luis Gordo, y la subdelegada del Gobierno, María Teresa Rodrigo, excusaron la ausencia de Óscar López, quizá el único ingrediente que faltaba en el cóctel.
Instituciones, entidades y ciudadanos ajenos al ámbito público no quisieron perderse la fiesta. Caja Segovia –patrocinadora de la exposición– estuvo representada por su presidente, Atilano Soto, que protagoniza una de las instantáneas más emotivas de la exposición, en la que no puede contener el llanto tras anunciar el ‘sí quiero’ al SIP de Caja Madrid. Junto a él, Malaquías del Pozo, director de la Obra Social y las integrantes de su equipo, Alicia Sánchez y Gema Hernando. Las empresas estaban bien representandas por el presidente de la Fes, Pedro Palomo, y el de la Cámara, Carlos Tejedor, que acudió acompañado de su mujer, Sofía Arévalo. Además, Jesús Sánchez, director de Segovia 21 y del campo de golf La Faisanera, ese buen vecino que tengo abajo todos los domingos, aquí, en La Canaleja.
Colegas y responsables de los medios locales, como Luis Martín, Chicho Martínez, Alfredo Matesanz, César Gómez o Juan Pablo Pascual nos arroparon con cariño, como muchos amigos y nuestros familiares, entre ellos mis hijas y las de Antonio de Torre, Carolina, Candela, Olivia, Lucía y Alba, todas ellas guapas y fotogénicas, como si fueran de La Granja. Porque sí, había también niños, que le dieron un aire ingenuo a una exposición que no tiene nada de inocente y sí mucha retranca. Vayan a verla, merece la pena y al salir, acuérdense de nuestras familias, para bien o para mal.