Me van a permitir –o al menos les pido permiso– que hoy no haga una crónica social al uso, que deje de lado lo que se mueve en Segovia en este verano anticipado que vivimos, para hablarles de lo que tienen en sus manos y que le contemplan más de 150 años de historia. Me refiero a El Norte y a quienes lo elaboran en Segovia; vamos, de mis compañeros de trabajo y de varias cosas más.
Cuando toca a su fin la elaboración de candidaturas electorales –afortunadamente, por norma, hay un plazo para presentarlas– quiero desgranarles mi lista y relatarles quienes les cuentan todas esas cosas que políticos de militancia o independientes emergentes tratan en estos meses de transmitirle a usted, ciudadano anónimo con buena fe y ganas de leer un diario. Ellos formarían mi lista si tuviera ánimo de suicidarme y pasarme al lado oscuro y, por supuesto, siempre que quisieran, que a nadie se le obliga a seguir desvaríos.
Comienzo por Ana Nuin, navarra y recién llegada a la redacción de Doctor Sancho, con esquina y balcones a la alegre y peatonal Fernández Ladreda. Fuerte de mente, aguerrida, lleva el día a día del periódico, eso que no ven, pero que es imprescindible. Su concejalía sería la de Gobierno Interior y Personal, en ese hipotético gobierno municipal.
Con muchos años de experiencia y una cultura amplia y variada, Miguel Ángel López ‘Mosco’ es el veterano de la redacción. Y aunque les pueda parecer un contrasentido es el más habilidoso con las nuevas tecnologías. Dedicado a la información municipal desde hace muchos años, a Mosco no se le escapa nada de la casa de todos los segovianos y es respetado y respetuoso, cualidades difíciles en estos tiempos. Una concejalía variada, con patrimonio municipal, plan estratégico, tecnología y empleo sería hasta poco para su capacidad.
La lista continúa con Carlos Álvaro. Excesivo, pesimista –él dice que realista–, pero un enamorado de lo suyo: el periodismo. Nunca conseguiría la política despertarle tanta pasión como este oficio nuestro; ni por asomo, vamos. Es el editor, ese que se encarga de que todo salga bonito, y, además, su pluma en su reconocida ‘Una cita con la Historia’ tiene una legión de admiradores de todo tipo y color . Aquí lo tendría fácil, porque Patrimonio Histórico y Turismo sería su departamento ideal.
El benjamín de la sección de local es César Blanco, conocido como ‘Kendo’ en la farándula segoviana. Loco por la música, es el gran reportero: da igual que sea un suceso que una información cultural, de sanidad o educación, todo lo hace con intensidad y frescura. Le asustaría proponiéndole ser edil de Hacienda y Economía, pero sería eso, solo una broma aunque algo macabra, porque la Concejalía de Cultura es lo que mejor le encajaría. Sin duda, extraños grupos con canciones con letras delirantes, mucho ‘indie’ y jóvenes artistas llenarían la oferta de ocio y fiestera de la ciudad.
En deportes, les presento a Fernando Arconada. Vasco, discreto y un enorme trabajador. Su sino sería, como siempre en su vida, los deportes, esta vez municipales.
Y ahora viene el guerrero, el inclasificable, el rey de la calle y de los mentideros: Toño de Torre. Fotógrafo de oficio, pero con la vocación escondida de político popular –no confundir con el PP, donde tiene muchos amigos, pero no es su ‘iglesia’, como dice él–. Habría que inventar un departamento, algo así como concejalía de relaciones externas, participación ciudadana y ‘trabajos finos’, esto último cosecha de su jerga particular.
Llegamos al otro lado del periódico, para adentrarnos en el complejo mundo administrativo y comercial. Cristina Horcajada es el alma de la casa, el espíritu Norte más acentuado. Sus labores de marketing, organización de eventos y toda clase de asuntos de publicidad, me llevarían a crear una concejalía de atención al ciudadano para convertirla en un eje vital de la Casa Consistorial, que volvería así a su naturaleza de casa común.
Elena Olmos y Ana Zarzuela son las comerciales más entregadas de la historia. Y así lo serían en el inmueble de la Plaza Mayor, en funciones de Economía y Hacienda. A Elena los dineros no se le escapan y con lo arrojada que es lograría algo inédito: que una administración pública no solo no tuviera déficit, sino que obtuviera rentabilidad. Increíble, pero lo conseguiría.
En esa lista no se me olvidaría contar con los fotógrafos Toño Tanarro y Javier Segovia; la cuellarana Mónica Rico, el navero Fernando de la Calle, la cantimpalense Cristina Vega o la maravillosa Elena Rubio. El excelente Alfonso Arribas y el genial Pepe Orcajo darían empaque y mucho más a esta idea absurda. ¿Y saben quien pondría cordura en todo esto y por eso lo dejo para el final? Nacho Saez, el más joven, pero el más sensato desde su tribuna deportiva.
Mi intención con esto ha sido que conocieran con quien me juego los cuartos todos los días y quienes les llevan el mágico mundo del periódico. Si tienen un grupo así de amigos y de buena gente sin complejos, hagan este ejercicio. Les aseguro que yo lo he pasado muy bien.