>

Blogs

Jaime Rojas

La canaleja, crónica social de Segovia

Queridos 'segoviantinos'

Queridos amigos y amigas, ‘segoviantinos’ todos: hoy me gustaría dirigirme a ustedes para pedirles que reflexionen ante la vorágine de fiestas y política, todo mezclado, que ya ha llegado para quedarse con nosotros durante los próximos días. Deseo, en primer lugar, que lo disfruten, incluso de la política, aunque les parezca extraño. En segundo término, es también mi anhelo que la combinación de ambas cosas termine de forma correcta y no nos veamos obligados a vivir otra prórroga, porque ya saben que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguente.
Expresado así mi afán de lo mejor para todos en estos días de vino y rosas –y naranjas, gaviotas y corazones morados–, me veo en la obligación de hacerles varias advertencias para que, una vez más, no se lleven a engaño. La fiesta confunde y la política, mucho más. Lo que aparenta al inicio buen rollo, camaradería por los cuatro costados y complicidad entre los implicados suele acabar con la balanza a favor de los de siempre: en el jolgorio de los avispados y en la política, también. Por eso les pido que en ambos asuntos descarten cantos de sirena porque les conducirán a la perdición.
Sin embargo, los consejos anteriores, válidos para cualquier otro lugar, necesitan una vuelta en el caso de esta tierra ya que la singularidad segoviana puede aguardarnos emboscada en la esquina más inesperada. Sí, amigos, aquí, dejados de la mano de Dios como estamos, los superlideres musicales en las fiestas y políticos en la campaña electoral no pisarán y, que quiere que les diga, ni puñetera falta que hace. Ni la duración del programa festivo, largo como un domingo sin propina, ni la supuesta emoción por la disputa del tercer escaño les parecen suficientes razones para descolgarse por este lugar, tan feo y falto de interés.
Nos perdemos, un año más, a las bandas de moda, que en verdad no sé decirles cuáles son; igualmente, nos quedamos sin ver a los ilustres de la oratoria y el conocimiento, como el jovenzuelo Garzón, ese que nos soltaría un queridos ‘segoviantinos’ como en Palencia lanzó un ‘palencianos’. Y que me dicen no poder ver a los guapos Pedro y Albert, con la americana abrochada por un solo botón y esa pinta de buenos yernos que ya les quisiera yo para mí, porque a saber que especímenes traen a casa esas tres deliciosas locas que tengo por hijas.
Para seguir torturándoles en este nuestro desamparo con lo que podía haber sido y no va a ser, no veremos en vivo y en directo a Pablo, el hombre a la coleta pegado, que diría Quevedo, que ese sí nos quería y se acordaba de Segovia, al menos en la primera línea de su universal Buscón. Será una lástima no poder comprobar si aquí, junto al Acueducto, es comunista o socialdemócrata; chavista o griego, que como el pícaro segoviano es un superviviente, un veleta cuyas ideas se mueven con el viento. Y que me dicen de no poder vivir alguna gallegada de Mariano, que el hombre parece un pesado abuelo Cebolleta al lado de tan insignes jóvenes a quienes recrimina, como un anciano profesor, que no vienen con la lección aprendida.
Esa misma que usted y yo espero que sepamos para que no nos líen entre tanta charanga y paseo político. Porque, ‘segoviantinos’, esta fiesta la pagamos nosotros y la disfrutan ellos. No lo duden.

Temas

Sobre el autor

Jaime Rojas, delegado de El Norte de Castilla en Segovia, nos contará, todos los domingos, la crónica social de Segovia, capital y provincia.


junio 2016
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
27282930