ÓSCAR López está rentabilizando políticamente (patinazos administrativos incluidos) el escándalo de las plantas solares que le ha costado el puesto, de momento, a seis altos funcionarios de la Junta. Su obligación como inminente líder del primer partido de la oposición es, precisamente , resaltar las vergüenzas del Gobierno a base de control. Pero no lo es menos ser alternativa; y si las formas de este caso son las que van a marcar su estilo hay que ponerlas en cuarentena. Uno: No consta que los representantes socialistas en la Mesa de las Cortes hayan urgido un día sí y otro también la convocatoria de la Diputación Permanente (se va a reu nir 16 días después de haberlo pedido). Dos: López pide una comisión de investigación sin conocer previamente las explicaciones de los consejeros a los que exigió acudir a la Cámara, y que irán el día 2. Y tres, dice que de momento no pide dimisiones: ¿Dónde queda para el PSOE la responsabilidad de los delegados territoriales de León y Zamora? ¿No eran estrechos colaboradores de éstos los seis altos funcionarios que han cesado?