Las formas en política son tan importantes como el fondo. Esta máxima la puso ayer de manifiesto el nuevo líder socialista regional, Óscar López, que decidió abrir el curso político por todo lo alto. Convocó a los periodistas en un lugar tan poco habitual como una estación de esquí y avanzó líneas de trabajo para el año.
Hasta aquí, ¿qué hay de extraño? Se supone que es lo que debe hacer todo político que quiere ser líder y desarrollar ideas nuevas. Y en esto, a López no hay quien le pare, mal que le pese al PP y al Gobierno de Herrera.
Extrañan, por tanto, las reacciones de dirigentes populares que criticaron la convocatoria en la estación de esquí. Frívola, dice el PP que era la imagen que ayer ofrecía el líder socialista. Pues, la verdad, doble tanto para López porque si mal no recuerdo (y no recuerdo mal, se lo aseguro) ningún socialista usó ni parecido calificativo cuando Herrera empezó a hacer etapas del Camino de Santiago con periodistas o cuando Aznar venía a jugar al dominó. Anda, que si se ponen nerviosos los del PP por los encuentros de López con periodistas… Bienvenido el método de López. ¡Esto se anima!
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