Es que llegan a los ministerios y se olvidan de que el Pisuerga pasa por Valladolid. Qué poco ha tardado José Blanco en entregar a la Junta y al PP de Castilla y León una valiosísima carga de pólvora para que Herrera y los suyos disparen (políticamente se entiende, claro) contra Zapatero. Por si ya estaban poco armados de razones, después de años y años de desprecios (suena fuerte pero se llama así lo que hizo como ministra) de Magdalena Álvarez, resulta que la alegría de la destitución ha durado muy poco en las filas populares y se ha tornado en indignación. Nada de recibir el ministro al consejero de Fomento (y eso que llevaría consensuada la postura con los agentes sociales y económicos) para acelerar algunas infraestructuras. Que José Blanco no tiene tiempo, dice la carta. Pero no tiene tiempo para Castilla y León, porque para Montilla y el tripartido catalán, vaya si lo tuvo, responde la Junta. Pero a Castilla y León que la atienda un secretario de Estado.
Otro dolor de cabeza para el líder socialista Óscar López. Seguro. No tardará mucho en salir que el ministro que no tiene tiempo para Castilla y León ha sido el mentor político de López. Es pólvora ministerial que da Blanco a Herrera.