Caja España y Caja Duero) han decidido iniciar el proceso definitivo para fusionarse. Las otras cuatro (Caja de Burgos, Cajacírculo, Cada Segovia y Caja de Ávila) no se suman a ese proceso e irán? ¿por libres? No parece, a tenor de la amenaza-advertencia que les lanzó ayer el presidente Juan Vicente Herrera: «Habrá consecuencias». Hay que esperar a ver qué sucede, que desde luego no parece que vaya a ser algo bueno para éstas.
Acordada esa fusión, no cabe sino mirar al futuro: Es preferible pensar en las consecuencias positivas que esto tendrá para Castilla y León; pese a que al líder de CC. OO., Ángel Hernández, le parezca que el famoso músculo financiero que quería fortalecer Herrera haya quedado esmirriado (sic). Hay que reconocerle a Hernández un notable nivel de ocurrencia.
Pero pese a que hay que pensar en el futuro, si tenemos en cuenta que el acuerdo de fusión de las dos grandes es el final de una etapa, hace falta echar la vista atrás casi año y medio. La negociación que se abre ahora cierra el periodo en el que los dos grandes partidos, los empresarios y CC. OO. intentaron la integración de los negocios e inversiones de las seis cajas; y después de fracasar ésta, animaron (lo cual es una forma de respaldo, se mire como se mire) la fusión de las tres primeras cajas. En el acoso y derribo de estos dos procesos, que ha existido, en los consejos de administración de las cuatro cajas que han quedado fuera se sientan personas que han sido propuestas y militan en el PP y el PSOE. Es más; algunos de éstos ocupan puestos públicos por estos partidos. Sin ir más lejos (por mencionar algo muy llamativo) dos portavoces adjuntos del grupo popular en las Cortes regionales, que cobran por ese puesto más que el mismísimo Juan Vicente Herrera. Y hay concejales con remuneración importante colocados en esas cuatro cajas por PP y PSOE. Hora es de que decidan: o caja o cargo público. Si quieren mantener lo que diga su caja, que se queden en ella; si quieren seguir en el cargo público, que dejen la caja.
Y, si no lo hacen, que se lo reclame su partido, por una mínima coherencia, que no es difícil de entender. Si Herrera y López propugnaban la integración de seis cajas y si luego animaban la fusión a tres, quienes siendo del PP y del PSOE no les han apoyado estos últimos 15 meses (ni con una mínima declaración pública) en las cuatro cajas que se han quedado fuera, deben ser coherentes: O caja o partido. No tienen otra salida ante los ciudadanos, ni ante sus partidos ni ante sí mismos. Lo dice el refrán, no se puede servir a dos señores.
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