J. I. FOCES
Lo admito: estoy completamente confundido por el discurso del PSOE sobre la despoblación. Y no se vayan a pensar que es porque no vaya López a apoyar la Agenda de Población de Herrera; desde esta misma tribuna ya he dicho que lo que tienen que hacer la Junta y su presidente, que para eso gobiernan, es aprobarla y empezar a ejecutarla, a ver si dentro de quince años (que es el plazo mínimo que los expertos dan para que sean efectivas las medidas sobre población) ayudan a ganar habitantes. Por lo que me confieso confundido ante el discurso del PSOE es por la impresión que me queda cada vez que han hablado en los últimos días sus máximos representantes (Óscar López y Ana Redondo); parece como si les alegrara que aquí se pierdan habitantes, que de aquí se vayan muchos jóvenes. Es imposible evitar ese pensamiento cuando, por ejemplo, los socialistas en las Cortes convierten las estimaciones de población del Instituto Nacional de Estadística en palabra divina; o cuando se lanzan a responsabilizar exclusivamente de la pérdida de población al presidente Herrera. Falaz argumento, éste; sí, falaz, porque si lo tomamos como cierto resulta que de la pérdida de población que experimentan Aragón y Asturias, gobernadas por socialistas, serían responsables Iglesias y Areces, respectivamente. Y si para Asturias y Aragón seguro que los socialistas de Castilla y León encuentran otros responsables de la pérdida de población más allá de sus presidentes, en justa correspondencia pasará lo mismo en Castilla y León, ¿no?
Juegos estadísticos al margen, he de reconocer que el discurso de los socialistas me produce una inquietante sensación de desencanto. Óscar López ha empezado su carrera para competir por la Presidencia de la Junta; ya se presenta como alternativa. Y, sin embargo, en este apartado de la población en su discurso sus propuestas frente al PP y a Herrera quedan anuladas por una argumentación que no parece que le pueda dar muchos votos.