J. I. FOCES
No consta que el PP haya repartido un argumentario sobre cómo deben actuar sus cargos públicos, afiliados y simpatizantes ante los rivales políticos para defenderse de los ataques sobre el “caso Gürtel”, pero en el plazo de una semana ya van dos veces, en dos ámbitos distintos -Ayuntamiento de Valladolid y Cortes-, en el que la réplica popular es la misma hacia el PSOE: «¿Cómo el único partido que ha sido condenado en España por financiación irregular lanza acusaciones, cuando no sentencias, contra dirigentes del PP en este momento procesal?».
Otra cosa será cuando avance el sumario del Gürtel y puedan surgir otras evidencias. Pero mientras, los populares se lanzarán a la yugular (metafóricamente hablando) de todo aquel socialista que diga que tal o cual cargo del PP cuyo nombre aparezca en el sumario debe dejar la política inmediatamente.
Si los socialistas de Castilla y León creen que han encontrado una mina con el Gürtel para atacar y menoscabar la base electoral del PP, son un poco ingenuos. Observen estas dos páginas. A su izquierda, el presidente de la Junta tranquilizando a los ciudadanos sobre la actuación de sus gobiernos en todos los casos que han sonado en torno al Gürtel. A la derecha, la política de Zapatero asestando un nuevo golpe a la provincia de Ávila, ya castigada sobremanera por la crisis de la automoción. A la izquierda, Herrera ofreciendo la imagen de gestor, de decir que tiene el suelo y el techo de cristal y que si él no está preocupado, menos aún lo deben estar los administrados. A la derecha, consecuencias muy negativas de la política del Gobierno socialista para los abulenses. Ese contraste debe preocupar a los socialistas. Y mucho.