Los dos grandes partidos ultiman las citas de la Agenda de la Población y el Debate de la Región
¡Es que no queda ná!, podría exclamar un castizo y no le faltaría razón. Al menos en el ámbito del debate político de Castilla y León, donde sólo restan dos citas significativas para que la legislatura toque a su fin. La primera, la Agenda de la Población, que Juan Vicente Herrera quiere tener cerrada, presentada y en marcha antes de la fiesta de la comunidad, el 23 de abril. La segunda, el Debate sobre el Estado de la Región, a finales de junio.
La de la Agenda de la Población es de esas citas que no forman parte de las conversaciones de bar, ni de la parada del autobús, ni de los ascensores… Y, sin embargo, es de tal alcance que, sin exagerar, se convertirá en el asunto económicosocial más relevante de la legislatura (la unión de las cajas lo será en el plano económicofinanciero). Ya no hay ninguna duda de que el asunto saldrá adelante sin el concurso del PSOE. No habrá consenso y no pasará nada. Tal vez habría que echar mano de la doctrina que dejó el historiador Javier Tusell, uno de los pensadores más destacados de la Transición y de la democracia. Decía Tusell que «algunos abominan del clima de consenso y es cierto que, de aplicarse a todo y siempre, haría desaparecer la política». Puede que de perseguirse mucho el consenso para la Agenda de la Población acabe desapareciendo la política de la misma y eso sería malo, de verdad, muy malo: impediría confrontar modelos y el PSOE, pese a que le pese al PP, tiene el suyo. Otra cosa es que salga adelante el del partido que gobierna, que no está dispuesto a ceder principios elementales en esta materia. Así que lo mejor que pueden hacer Herrera y los suyos es cerrar cuanto antes ese consenso con los agentes sociales y económicos y el medio centenar de colectivos que están consultando desde la Junta y, hala, a ponerlo en marcha cuanto antes.
Eso sí, conociendo cómo se las gastan en la Junta, la puesta en escena, ya lo verán, tendrá un golpe de efecto. Y será en ese momento cuando el partido en el Gobierno regional tratará de hacer visible el objetivo colateral que conseguirá: dejar a los socialistas al margen de nada menos que 50 coletivos de Castilla y León. Ese gope de efecto que preparan Herrera y los suyos para la puesta en marcha de la Agenda seguro que será contrarrestado por Óscar López; en ese terreno, López es un duro rival. Los populares olvidan muy fácilmente dónde y al lado de quién se ha forjado Óscar López como político y que tiene de su parte al aparato de Moncloa; y eso es un ciclón. Así que el arranque político de la primavera tendrá su animación en Castilla y León.
No habrá mucho más, excepto el debate de junio sobre el Estado de la Región. Y ahí no habrá fuegos de artificio posibles. Ha arrancado ya la preparación en la sede de la Junta. Primera conclusión política de los primeros análisis: demasiada comodidad y poca tensión en demasiados altos cargos de algunas consejerías. Peligro, peligro.