Si yo fuera procurador del PSOE, me echaría a temblar. Ha tenido que ir el secretario general de su partido a las Cortes a forzarles a hacer un plan de control al Ejecutivo regional. Puede pensarse que a buenas horas. O también que nunca es tarde. Políticamente, el mayor beneficiado de esto es el propio presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera. Tiene a algunos consejeros tan adormecidos, a algunos procuradores tan desconectados de la realidad, que el PP agradecerá que le meneen el árbol. Pero, claro, que a estas alturas de la legislatura se presente un plan 6×12 (algún supermercado podría acusar al PSOE de plagio, porque el esolgan parece uno de esos de ofertas de 3×2) para controlar en medio año a las doce consejerías con el fin de recalcar sus incumplimientos no deja de ser el reconocimiento de que algo no sólo no se ha hecho bien, sino que ni se ha hecho. Por eso deberían preocuparse los procuradores socialistas: como su continuidad dependa del rendimiento opositor que han tenido hacia el Gobierno regional del PP, Óscar López seguro que cambia al 98% de la plantilla. No es para menos. Aquí la oposición a Herrera está en los sindicatos, en las organizaciones sociales, en los colectivos vecinales,… en la calle. Justo donde no está la oposición socialista. Bienvenido el PSOE a la realidad.