Confidencia de un experto en presupuestos públicos y en microeconomía: «Esta vez, los agricultores y los ganaderos sí están cargados de razones cuando se quejan de que el futuro económico está muy negro. Todo lo que dicen es verdad».
Los propios agricultores son conscientes de que les persigue la leyenda de que en el sector se llora mucho. Y, encima, han de cargar con la cruz -eso es lo peor de todo- de que las subvenciones de la PAC lo solventan todo. Que no llueve, ahí está la PAC; que llueve, ahí está la PAC. Y ante ese peligro, están solos, completamente solos, sin nadie que les defienda desde otros ámbitos, el institucional, sin ir más lejos. Porque no les falta razón a los agricultores cuando advierten de que no son un sector más subvencionado que otros; no hace falta más que mirar al de la automoción, por poner el caso informativamente más cercano.
Los agricultores y los ganaderos han avisado montones de veces de que venía el lobo de la crisis; de que los ingresos por la venta de sus productos malamente les cubrían los costes; pero, claro, como estaba la PAC… Pues el tiempo, lamentablemente para ellos, les ha dado la razón: la crisis que padecen es tan profunda que aún estando la PAC, como está, los ingresos por venta de productos no les cubren en muchos casos los costes. El lobo ha venido. Y ahora, ¿qué?, le preguntaron ayer a Herrera. Buena pregunta. Lo grave es que nadie tiene la respuesta. Lamentablemente. Y aquí está el lobo de la crisis.
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