El resumen es sólo uno y según quien lo exprese: la Conferencia de Presidentes fracasó ayer por culpa del otro. Si ustedes escuchan hoy a los socialistas (vaya si los escucharán), los populares son los culpables del fracaso del “hiperencuentro” de ayer; si escuchan a los populares (vaya si los escucharán), la Conferencia fracasó por culpa de Zapatero y los socialistas.
Pero, sinceramente, esa será una lectura simplona, para salir del paso. Es necesario acudir a las raíces de todo lo que pasó ayer, con los antecedentes de crisis económica como frontispicio. Y la conclusión del cronista no puede ser otra: con el resultado de la Conferencia de Presidentes, en la que a Zapatero le tumbaron la posibilidad de un acuerdo contra la crisis, empiezan a tener razón, cada día más, quienes auguran que al presidente del Gobierno se le ha empezado a apagar la estela de suerte que le acompaña desde siempre; lo que los árabes llaman “baraka” y que en Zapatero ha sido uno de los emblemas de su carrera política. Pero claro, la suerte acompaña hasta que deja de acompañar y a Zapatero se le están volviendo en contra hasta algunos de los más afines.
Bastante de apagón de “baraka” hay si tenemos en cuenta que la gran propuesta del presidente del Gobierno de España para combatir la crisis de forma conjunta en todo el Estado pasa por crear «tres grupos de trabajo sobre empleo, una comisión sobre energía y varias mesas sectoriales para unificar criterios administrativos». ¿Se habría detenido ayer Zapatero un instante, un solo instante, a meditar qué pensaría un parado, uno cualquiera de los más de cuatro millones que hay en España, al escuchar que a estas alturas propone crear comisiones para encontrar soluciones al desempleo? ¿Más comisiones y grupos y mesas sectoriales?
Si, como sostiene alguno de los más reputados analistas políticos, es UGT quien está manteniendo ahora mismo al Gobierno de Zapatero, con Méndez como cuarto vicepresidente de facto, habrá que pensar en cómo se les habrá quedado la cara a los ugetistas con la propuesta de Zapatero. Y lo más alarmante de la postura de ayer del Gobierno está en que esa propuesta de crear comisiones, grupos de trabajo y mesas sectoriales (o sea, la nada de la nada) ha sido formulada después de que el Banco Central Europeo haya advertido de que en las medidas que adopte para ayudar a la salida de la crisis no esperará a España. La “baraka” presidencial se apaga.