‘El follonero’ camina por la Plaza de la Constitución de San Sebastián mientras se entrelazan imágenes del magnífico discurso de Ernest LLuch allí mismo 12 años antes. Contextualicemos: el 3 de julio de 1999 el político catalán, al que ETA asesinó tan solo treces meses después, acudió allí para apoyar a Odón Elorza en su lucha por la alcaldía de la ciudad. Los que también decidieron comparecer fueron un centenar de simpatizantes abertzales que pretendían boicotear el acto. Lluch cogió el micrófono y a voz en grito les dijo: “¡Qué alegría, llegar a esta plaza y ver que los que ahora gritan antes mataban y ahora no matan!. ¡Qué alegría!. No saben que han cambiado las cosas, no saben que han llegado la libertad y la democracia a este país, ¡que no se enteran!. Gritar más, que gritáis poco. Gritar, porque mientras gritáis no mataréis y es buena señal, porque estas son las primeras elecciones en las que no va a ser asesinado nadie y este es un mensaje de alegría para este país que nos hemos ganado a pulso”.
Tras estas imágenes, Jordi Évole se topa con dos ciclistas y uno de ellos le dice “hemos triunfado”. El otro replica que hay que hablar de víctimas, pero solo se está hablando de unas y hay que recordar a las de ambas partes.
Esto que les cuento es tan solo el relato de un fragmento de ‘Reiniciando Euskadi’, emitido en la noche de hoy en La Sexta. En él se condensa toda la estructura del magnífico trabajo que el equipo de Salvados ha conseguido gestar en tan solo 48 horas y cuya maquinaria se puso en marcha desde que ETA anunciase el pasado 20 de octubre el fin definitivo de sus acciones terroristas. El reportaje plasma el sentir de los políticos de PP, PSOE y PNV, se echa de menos la comparecencia de alguno de los represenantes de Bildu, también nos enseña el modo de verlo desde los medios de comunicación o la postura de las víctimas del terrorismo. Pero, lo que le da realmente fuerza a este trabajo es la expresión de la felicidad de los ciudadanos tras el anuncio de la banda terrorista. A la gente de a pie se le ve contenta y ellos no tienen ninguna reserva a la hora de mostrarlo. Al fin se acabó el levantarse y temer escuchar las noticias por si hay algún nuevo muerto, al fin los vascos pueden vivir en paz y libertad. El relato de ‘Reiniciando Euskadi’ es una muestra esperanzada de que el futuro de Euskadi es muy halagüeño, que hay ganas de vivir la vida, como se dice en varias ocasiones en el reportaje, pero también un muestrario de las opiniones de los vascos que huye de sentimentalismos y lágrimas fáciles y que, además, Évole ha sabido construir sin verter ningún tipo de opinión personal o editorializar.
Recomendadísimo.