Internet es un gigantesco cajón de sastre donde se pueden encontrar muestras de lo mejor del ser humano y también de lo peor. Esta vez toca sonreír gracias un vídeo muy tierno en el que se observa a un recién nacido aferrándose al rostro de su madre para que no le separen.
Apunta para estrella aunque solo mida 1,50 metros a sus trece años. Chase Adams cursa actualmente octavo (algo así como primero de la ESO) y verlo jugar al baloncesto es una maravilla. Regatea, se escapa de sus adversarios, levanta la cabeza y encuentra ese hueco (invisible para la mayoría de los mortales) por donde cuela […]