No es una telenovela de esas que veía las madres en casa hace años en las tediosas sobremesas de verano, entre sueño y sueño, y que los pequeños de la casa se teían que ‘tragar’ porque el mando era propiedad de ‘mamá’, y sin derecho a réplica. Como decimos no es Topacio, Agujetas de color de rosa ni Cristal, pero el triángulo amoroso formado por Guillermo Reyes del Castillo, Graciela y Susana podría convertirse en argumento de cualquier serial televisivo, del que de momento solo conocemos el capítulo final.