«Mi caballo tiene más derecho que cualquiera de esos coches a estar en la carretera», «estaban aquí antes que cualquier otro vehículo a motor». Así defiende Connor John Hamer su protesta frente al McDonald’s de la localidad inglesa de Pilsworth después de que la compañía no le permitiera recoger un pedido en McAuto porque no se encontraba en un vehículo motorizado, sino a bordo de un carro tirado por su caballo.
Este joven de 23 años se presentó en el restaurante de esta guisa y la joven empleada del autoservicio no le quiso atender porque, según las normas de la compañía, la recogida de pedidos desde la zona exterior de sus restaurantes está reservada únicamente a vehículos a motor. Según un responsable de McDonalds consultado por el periódico Manchester Evening News, medio que ha publicado la noticia, las líneas de autoservicio de estos restaurantes de comida rápida «están específicamente diseñadas para vehículos motorizados. La proximidad de vehículos a motor en éstas áreas frecuentemente ocupadas, con espacio limitado, inducen a que no sean aptas para peatones, ciclistas, caballos o coches tirados por caballos».
El joven, que grabó en vídeo lo sucedido, defiende que su medio de transporte es saludable y, tras el incidente, asegura que no se moverá hasta que la compañía le permita completar la acción junto a su caballo… y su carro.