El vídeo tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse en un viral: una muy buena calidad de imagen -grabado con una GoPro-, altas dosis de tensión -un hombre que se lanza al agua tras ser jaleado por sus amigos y se encuentra de frente con un enorme tiburón blanco- y un final feliz tras el angustioso e inesperado encuentro.

La historia surge en Australia, según informa el diario The Independent en su página web, donde Terry Tufferson se coloca sobre su frente una GoPro, esta pequeña cámara que se puede colocar casi en cualquier parte y que está revolucionado el mundo de las grabaciones en vídeo gracias a su muy buena calidad y versatilidad.  Tras saludar a varios amigos se lanza al agua desde una roca junto al mar, en la localidad de Manly, y a los pocos segundos de zambullirse se encuentra de frente con un enorme tiburón blanco. Grita, bracea y nada hasta llegar a la orilla y ponerse a salvo sobre las rocas.

Por último, con un temple fuera de lo normal, se retira la cámara de la frente, la gira sobre sí mismo y dice un expresivo ‘holy shit’, una expresión coloquial de asombro.