La moda de las autofotos no deja de traer consigo noticias luctuosas. Haced la prueba, es muy simple, con solo introducir los términos ‘muere’ y ‘selfie’ en Google podréis encontrar, en un primer vistazo, una decena de tristes necrológicas en las que sus protagonistas murieron intentando capturar un ‘selfie’ mientras conducían, cuando posaban con una pistola o, como es el último caso conocido, cuando posaban sobre una zona de acantilados en el enclave portugués de Cabo da Roca.
En esta ocasión las descuidadas víctimas han sido una pareja polaca que intentó inmortalizar sus vacaciones en este lugar de la costa portuguesa y, ante los ojos de sus propios hijos, traspasaron la barrera de seguridad y se despeñaron cuando intentaban capturar una bella autofoto.
Lo cierto es que la imprudencia es la nota dominante en todas estos tristes sucesos y la moda de los ‘selfies’, que creció como la espuma después de aquella retuiteadísima foto tomada por Ellen DeGeneres en la entrega de los Oscar de este año, trae consigo también que muchas personas busquen los límites o banalicen los riesgos en busca de la mejor instantánea posible.
Ejemplos como el de Courney Sanford, que murió en un accidente de tráfico cuando subía su autofoto a Facebook se suceden, mientras que otros han tenido mejor suerte, pero no porque no hayan tentado a la muerte como aquel joven que intentó autofotografiarse cuando corría delante de los toros en San Fermín o el piloto de un F16 holandés que hizo lo propio en pleno vuelo.
Hágase una bonita autofoto pero, por favor, intente que no sea un ‘selfie’ de muerte.