¿Qué puede pasar por la mente de un individuo que tras cometer un delito lo sube a internet para alardear ante sus amigos? ¿Vanidad, ego, narcisismo, o…? En fin, de una manera u otra el paso de los años ha ido dejando una larga lista de pilladas célebres con mayor o menor repercusión. Curiosas anécdotas en las que el criminal y el delator son prácticamente la misma persona.
Es la más reciente. Un joven se graba conduciendo desde el asiento del copiloto a gran velocidad. Exhibiendo su “habilidad” adelanta a un camión mientras baila y chulea ante la cámara. El susodicho lo sube a YouTube y, claro, la policía que tiene ojos en todos lados pide ayuda en Twitter y al día siguiente se ve obligado a entregarse.
2. La policía también se equivoca
Un policía local de Santa Eulalia, Ibiza se burló de un vendedor ambulante para, después, destrozar su mercancía (todo ello delante de un compañero que grabó todo en vídeo). Al final, el Consistorio de Santa Euralia (Ibiza) anunció la suspensión cautelar del agente de la Policía Local que aparece en el vídeo.
3. Obscenos al volante
Otros dos policías municipales de Cercanyola del Vallès fueron expedientados por grabar un vídeo obsceno cuando estaban de servicio. Finalmente, les sancionaron con 6 meses de suspensión de empleo y sueldo.
4. El asesino de gatitos:
La verdad es que este caso no tiene nada de gracioso, pero fue muy sonado. En 2008 Jaime Ferrero, candidato del PP en el Ayuntamiento de Talavera y miembro de Nuevas Generaciones se fotografió con los cadáveres de unos seis gatitos que había matado con sus amigos. La ONG Amnistía Internacional denunció el suceso y el joven fue expulsado de Nuevas Generaciones.
5. Cuidado al dar al ‘Me gusta’
En agosto de 2013, el Departamento de Policía de Huntington Beach publicó 25 fotos en Facebook y pidió a sus seguidores que les ayudaran a identificar a algunos sospechosos de participar en los alborotos de Huntington Beach. Uno de los implicados no pudo resistirse y pinchó en “Me gusta” en la foto donde aparecía, un error que facilitó su detención.
6. Si robas un móvil, no subas tus fotos a su Dropbox
Sin palabras. Así es como se quedó una joven al ver que el mangante que le había robado el móvil seguía utilizando su acceso a Dropbox para subir sus fotos. La joven alemana ha publicado el blog en Tumblr ‘Life of a Stranger who stole my phone’ (La vida del extraño que robó mi teléfono) en el que desvela la identidad del nuevo dueño de su dispositivo robado.