AMY WINEHOUSE ES UNA ARTISTA EXTRAORDINARIA E… INSPIRADA, EN EL MEJOR SENTIDO
Llevo mordiéndome la lengua con este asunto desde que la escuché por primera vez. Amy me encanta. Puede salir al escenario, hacerse las uñas y atender una llamada mientras canta sin desafinar. De su álbum ‘Back to Black’, ésta es la canción que más me gusta. Tiene ingredientes que provocan que la escuche un par de veces al día. Sólo he de lamentar una cosilla sin importancia: la base melódica, la percusión y el clímax al que se llega tras el verso puente ya estaban circulando por este mundo nuestro. Veamos y escuchemos aquí tres vídeos.
I. En el primero de ellos, Amy canta ‘Tears dry on their own’ (Lágrimas que se secan solas). 1. Pongamos nuestros sentidos en la batería y su escritura. 2. Fijémonos en el verso puente (1′ 36”).
II. Ahora, la versión instrumental (o casi) de la celebérrima ‘Ain’t no mountain high enough’ de Marvin Gaye y Tammy Terrell. La percusión y el verso puente (2′ 40”) son hermanos de leche que anhelan ser gemelos. En concreto, la parte del verso puente es la que más me gusta de la canción de Amy pero, en fin, se la dejaron tan trillada décadas atrás…
III. El vídeo de Marvin y Tammy tal como sonaba en aquellos lejanos días en que las lágrimas brotaban y se secaban al mismo tiempo gracias a la marihuana y a las carreras por esas calles de Dios. (Que conste que Amy es un portento, ¿eh?).