EL NUEVO GOBIERNO ISRAELÍ, UNA BOMBA DE RELOJERÍA

Cuando hablo del ‘sujeto de la foto’, estoy refiriéndome al de la derecha; o mejor dicho, al de la ultraderecha. Avigdor Lieberman se perfila como nuevo ministro de Exteriores de Israel. Lieberman, líder del partido ultratodo Israel Beitenu (del hebreo, Israel Nuestra Casa), está situado a la derecha de la ultraderecha del padre. Este sujeto de la foto interpreta las leyes y la justicia humana de un modo muy, muy particular. Por ejemplo, se ha mostrado partidario en reiteradas ocasiones de echar literalmente a los árabes israelíes, que también los hay. Es decir, todo un tratado de diplomacia y buenas maneras. Este es el tipo que va a dirigir la política exterior israelí, con el permiso de la Administración Obama, naturalmente. El nuevo Gobierno es un cajón de sastre (mejor, desastre) y puede durar unos cuantos telediarios o mil metros cúbicos de sangre, según se vea. En él se encuentran representados todos los apuntadores del gran teatro de nuestro entrañable país del Medio Oriente. Hay cuchillos afilados hasta en las galletitas de la mesa del Consejo de Ministros. En total, Netanyahu tendrá treinta compañeros de fatiga. Normal, como hay crisis y hay que salvar a la patria, qué mejor fórmula que incluir en su Gabinete a toda esa cantidad de cánceres. (Muchos de ellos, sin cartera, para más inri.)

En fin… Si lo desean, lean este interesante artículo de un periódico multimedia israelí, en el que Fernando Cohen-Sur reflexiona sobre la nueva ropa vieja que va a perder el tiempo a tontas y a locas en Tierra Santa. Y, si no les apetece tomarse la molestia, perdónenme por incluirlo; pero es que uno tiene sus debilidades.

Más y menos de la formación del Gobierno de Netanyahu

FERNANDO COHEN-SUR

Guysen International News

En pocas horas se oficializará el trigésimo segundo Gobierno del Estado de Israel, la segunda tanda de Binyamin Netanyahu. En estos momentos, casi todos los diputados de la Knesset (Asamblea) hablan para criticar o alentar a la nueva alianza, que comenzará sus funciones tras recibir un voto de confianza del Parlamento. Se supone que el nuevo Gobierno recibirá alrededor de 65 diputados a favor (Likud -La Consolidación-, Israel Beiteinu -Israel Nuestra Tierra-, parte del Laborismo, Ha-Bait Ha-Iehudí (Mafdal), Shas -Asociación Internacional de los Sefardíes Observantes de la Torá- y posiblemente Agudat Israel -Unión de Israel) contra unos 45 en contra. Hagamos un pequeño resumen (subjetivo) del desempeño del próximo Primer Ministro designado desde las elecciones del 10 de febrero hasta el momento de jurar su cargo.

Positivo: Demostró tener razón, el bloque aún es importante.

Tras conocerse los resultados de las elecciones del 10 de febrero, la líder de Kadima (Adelante) se apresuró a afirmar que su agrupación había ganado la contienda. Livni habia afirmado que los bloques (nacionalista frente a la izquierda) habían quedado en un segundo plano y se habían transformado en algo irrelevante. Ella contaba con la posibilidad de que Israel Beiteinu la apoye ante el Presidente Peres. Netanyahu no sólo logró que Livni no conforme gobierno tras recibir el mandato antes de las elecciones, también consiguió que todo el bloque (65 diputados) de la derecha-religiosa lo apoye y aconseje su nombramiento ante el Presidente. Livni, mientras tanto, solamente consiguió el apoyo de 28 diputados (los de Kadima). Netanyahu tenía razón, logró el apoyo de todo el bloque probando que este seguía siendo relevante.

Negativo: Para lograr el apoyo de los partidos que se asociaron al Likud ofreció muchos fondos públicos.

Hay quienes afirman que para superar esta crisis es imprescindible controlar el gasto público. Otros afirman que no hay alternativa que utilizar ese dinero “ahorrado” durante los años de las vacas largas para reactivar la economía. Netanyahu afirma que “una coalición estrecha terminaría siendo mucho más cara para las arcas del Estado”. El problema principal reside en el hecho de que al aumentar tanto el dinero para las escuelas religiosas (Yeshivot), al multiplicar los cargos ministeriales y hasta (hay quienes afirman) aumentar las asignaciones familiares, nada de esto asegura que se trate de una decisión que reactivará la economía.

Positivo: Logró que el Partido Laborista se una a su coalición.

Hay quienes aseguran que para el Partido Laborista se trata de una puñalada mortal. Aunque pagó un precio desproporcionado a la fuerza política que le ofrecía el Laborismo y aunque nada asegura que diputados de esta fuerza no sean entes activos que saboteen su coalición, la alianza con el Laborismo le debería ayudar a aumentar su gobierno y a legitimizarse a nivel internacional. En este momento, 8 de los 13 diputados del Laborismo formarían parte ministerial o parlamentaria de la coalición de Netanyahu. Nada mal.

Negativo: 30 Ministros… ¿En época de crisis?

Sin duda, esto se ve muy mal. La coalición podría alcanzar los 74 diputados de los cuales “30” serán ministros y otros 6 serán vice-Primer Ministros. Ministerios desarmados y reestructurados para que cada persona tenga algo para hacer, presupuestos que deberán ser asignados para que estos ministros puedan ejecutar alguno de sus planes. Fuera de esto, las autoridades gubernamentales deberán contratar un estadio de fútbol para reunirse, ya que a los 30 ministros se les deben sumar otra docena de personas que participan en dichas sesiones. Más aun, el consejo reducido de ministros para temas de seguridad reunirá a SIETE MINISTROS (reducido es un simbolismo). Ante esto, hay quienes afirman que al haber tantos ministros nadie se queda disgustado fuera para crear problemas.

Positivo: Neutralizó la oposición dentro de su partido.

El principal problema era Silvan Shalom. El ex jefe de la diplomacia israelí disfrutaba de un fuerte grupo de acólitos, por lo menos hasta hace unos años. Al entregarle la cartera de Relaciones Exteriores a Liberman y al preferir mantener control directo sobre Economía, Silvan Shalom se terminó quedando sin nada. Hace pocas horas aceptó el Ministerio de Desarrollo Regional y el cargo de vice Primer Ministro. Hay quienes afirman que Netanyahu le prometió que si Liberman era llevado a juicio por los casos que lo comprometen, el Primer Ministro le entregaría dicha cartera a Shalom. Por el momento, casi todos los líderes del Likud parecen satisfechos.

Negativo: Hay ciertos nombramiento extraños.

Por un lado, algunos puestos con funciones “muy” extrañas: Ministro sin cartera encargado de mejorar el servicio al ciudadano a través de la tecnología (Mijael Eitan – Likud) (¿?). Ministro de Hasbará (algo parecido a Propaganda) y de las relaciones con la Diáspora (Yuli Edelstein – Likud). Por otro lado, unos de los cargos fundamentales en su Gobierno ha recaído en Yuval Steinitz (Economía), un diputado reconocido en términos de Seguridad y Relaciones Exteriores pero que carece de bagaje en un serio problema no sólo para Israel. Netanyahu ha dicho que él establecerá la estrategia económica del país contando con Steinitz como el ministro que ejecuta y comprueba dicha política. Puede sonar que se trata de una simple marioneta del premier, pero lo cierto es que es muy importante contar con una persona de extrema confianza para ese cargo.

Y, finalmente…

Por el momento, Binyamin Netanyahu ha demostrado una astucia política nada despreciable. Ha logrado firmar un plan de gobierno con principios un tanto abstractos y hasta contradictorios. Puede que Netanyahu haya prometido mucho y que en un futuro no pueda cumplir con todos. En ese caso, volveremos a escuchar las críticas de antaño, aquellas que afirmaban que el ahora Primer Ministro “tenía la costumbre de mentirles a todos, todo el tiempo”.

El Gobierno de Netanyahu puede caer pronto. Si los palestinos disminuyen radicalmente sus acciones terroristas y comienzan a comprometerse claramente con el diálogo, el Gobierno deberá tratar sobre la posibilidad de aprobar concesiones territoriales y, entre ellas, hablar sobre el futuro de la capital, Jerusalén. En ese momento, se podrá comprobar hasta qué punto es fuerte el actual eauilibrio conformado por Benyamin Netanyahu.