>

Blogs

Roberto Carbajal

La aventura humana

Vivaldi amable y rotundo


Ensemble Orquesta Barroca de Venecia
“Motetes Virtuosos” (Vivaldi)

Dirección: Andrea Marcon. Soprano: María Espada. Auditorio: Iglesia de San Cipriano. Lleno.


Con algunos compositores es muy fácil errar el tiro. Elegir a Vivaldi entraña cierto riesgo si cae en las manos equivocadas, porque su música está trufada de delicadeza, virtuosismo y de un cierto aire dictatorial que no suele dar pábulo al libre albedrío del intérprete que desee triunfar con ella. De ahí que cuando alguien alcanza a comprender su filosofía, se produce el hermanamiento perfecto, alejado de la impostura. Andrea Marcon y su Orquesta Barroca de Venecia han asumido estos rudimentos básicos como la senda que les conduce hacia el éxito con este tipo de repertorio.
El ejemplo lo tenemos con el “Concierto en sol menor”, al comienzo del recital. Los violines administraron las posibilidades del arco con delicadeza, obteniendo del instrumento un sonido aterciopelado, muy alejado de lo que en otras ediciones y con partituras similares perpetraron formaciones de infausto recuerdo.
La flauta travesera y el oboe barrocos de Michele Favaro pasaron desapercibidos en el “Concierto en sol mayor” que precedió al escrito en sol menor para chelo. En este punto se produjeron sentimientos encontrados. Por una parte, Francesco Galligioni parecía tenerlo bajo control, aunque personalmente me decepcionó durante el adagio. Trató de paladear la dulzura que rezumaba este movimiento y compartirla, pero daba la sensación de no sentirse cómodo del todo y sí durante el virtuosismo que exigía el allegro que afrontó a continuación.
La soprano extremeña María Espada fue la estrella de la noche. Su técnica refinadísima, unida a fraseos límpidos, dinámicas audaces y legatos cargados de soberbia bien entendida conquistaron al auditorio, que brindó al conjunto una intensa ovación, premiada con el “Lascia ch”io pianga” del Rinaldo de Haendel, en una noche muy amable.

Publicado en El Norte de Castilla el 28 de marzo de 2009

Temas

Sobre el autor

Tenía siete meses cuando asesinaron a John F. Kennedy. De niño me sentaba en los parques a observar a la gente, pero cuando crecí ya no me hacía tanta gracia lo que veía. Escribo artículos de opinión en El Norte desde 2002, y críticas musicales clásicas desde 1996. Amo la música, aunque mi piano piense lo contrario. Me gusta cocinar; es decir, soy un esclavo. Un esclavo judío a vuestro servicio.


abril 2009
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
27282930