Estas imágenes tan enternecedoras corresponden a aquellos felices días en que Aznar abandonó la Junta y a Castilla y León, para ser propuesto por los populares para presidir el Gobierno de España. Estamos hablando de hace veinte años; Aznar no estaba aún tan cabreado como hoy en día. De hecho, su esposa sólo hablaba maravillas de él. La juventud tiene esas cosas. Vean las imágenes con cuidado porque, cuando el vídeo haya concluido, se darán de narices contra una fotografía del Aznar actual, el del cabreo universal, el consejero global, el conferenciante divertido, y también con el perro, pues el ex presidente tiene ahora un labrador que tiene carita de buena persona; veremos cómo se transforma dentro de unos meses en un rottweiler. Ah, y si tienen ocasión, lean la entrevista que le hace Virginia Drake en XL Semanal, pues el político madrileño donde dice digo, luego dice Diego; para preguntas en la misma dirección, respuestas diferentes. Una charla impresa de las de enmarcar, créanlo. Desde luego, Virginia se gana el sueldo. Y no es obsesión contra el personaje, como argumenta él. Lo mejor de las palabras de este tesoro nacional están al final de la charla con Drake. Le dice ella: “¿Va a educar en inglés a Sam?” Responde Ansar: “No, le hablo en español; lo que no he conseguido todavía es que el perro me hable, pero debe de estar a punto”. Imaginen la risotada gutural posterior. En fin.
Por cierto, el perrito se llama Sam… ya saben, como el Tío Sam. Y un dato: José María Aznar López dice que sabe cómo salir de la crisis. Pero no lo cuenta, el muy egoísta.