Negocios y dictadura
Cualquiera puede dedicarse a la lencería, una actividad centrada básicamente en la intimidad y en la colateral venta de detergente. Poner en marcha una de estas tiendas es relativamente sencillo: aligeras la cartera, un par de oficinas públicas tramitan los permisos y listo. No es que sea tan lucrativo como una funeraria, pero tu vida […]