Ahí lo tienen, besando niños y pasándolo en grande. Pertenece a esa casta de nuestra especie que no tiene remilgos a la hora de cargarse sistemáticamente a miles de congéneres sin que le tiemble la mano. Ratko Mladic, genocida buscado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la Humanidad durante la guerra de la ex Yugoslavia, está a sus anchas. La fecha en que fueron tomadas las imágenes está aún por determinar. Han sido emitidas por la televisión bosnia y en ellas puede contemplarse lo que parece ser un hombre, uno de nuestra especie, aunque no lo crean.

La terna de la muerte de los Balcanes, a la que pertenece este sujeto, la completan Slobodan Milosevic, el ex presidente procesado y fallecido posteriormente; Radovan Karadzic, psiquiatra e ideólogo de la erradicación de los musulmanes de Bosnia, actualmente preso en los calabozos holandeses de La Haya, y el tipejo al que ven en este vídeo, que te da asco pero que hay que contemplar para ver qué limites tiene el estómago.

Occidente piensa que tal vez esté protegido por los servicios de inteligencia serbios, como en su día sucediera con Karadzic (fíjense si no en el tipo de traje gris, un tramo comprendido entre los 6’26” y los 6’45”). Las autoridades serbias se pusieron las pilas como consecuencia de su acercamiento a nuestra forma de entender Europa y lo entregaron al alto tribunal.

Ahora es tiempo de analizar el porqué de la puesta en circulación de este jolgorio, quiénes son las personas que le rodean y en qué escenario podría desenvolverse este elemento, a quien la Justicia ha de procesar en una termomix y no tener que volver a usarla más.