Una buena noticia y otra obscena. La buena es que se está estudiando incluir una prueba psicológica a los aspirantes a juez, que tengan un máster y el dominio de una lengua extranjera. Lo obsceno es que la medida no afecte a los que están en ejercicio.
Para convertirse en juez se necesita, sobre todo, tesón. Se trata de una oposición durísima. Un licenciado en Derecho que desee decir eso tan resultón de ‘silencio en la sala’ va a perderse unas cuantas horas de ocio. Puede que atente contra sus relaciones sociales y, si fracasa en el primer intento, quizá pierda el juicio. El número de opositores a juez en España ha caído en picado. De los cinco mil quinientos en 2001 hemos pasado a poco más de tres mil. Quizá la explicación esté en que el sueldo oficial no dé para muchas alegrías tras un esfuerzo intelectual enorme. Si no se tiene la vocación de ser justo, es mejor entrar en política. En este ámbito no es necesario usar la justicia como herramienta y pagan mejor por alzar el brazo, aunque traiciones a tus electores.
Pero centrémonos en la idea de aplicarle al joven concursante un test psicológico. Lo difícil es saber cuándo realizarlo. ¿Antes, durante o una vez lograda la oposición? Quizá comience a sufrir trastornos al frenar de tantas idas y venidas por la habitación, hablando en voz alta para fijar el conocimiento. ¿Y qué sucede con la salud mental de los jueces que aún están en ejercicio? Un juez puede truncar la vida de alguien por un descuido tonto. Un desequilibrado jugueteando con tu futuro causa pavor. Las hemerotecas esconden infinidad de víctimas indefensas, cuya existencia se ha ido al traste por culpa de una causa injusta. Pilotos o controladores aéreos se someten a pruebas de salud mental. Así que sería conveniente saber si sus señorías tienen todas las neuronas en orden. Si de lo que se trata es de aprenderse de memoria un texto, mejor contratemos a un cómico. Las vistas serían menos aburridas y, en vez de llorar, en los recesos podrían contar unos chistes para soportar la sentencia.
Publicado en El Norte de Castilla el 19 de enero de 2011