Ayer conocimos que el mes de agosto ha registrado 99.069 afiliaciones menos a la Seguridad Social, es decir, que todas esas personas viven del aire, sumadas a los más de seis millones de parados. El pasado agosto treinta y una personas dejaron de estar en las listas del INEM. ¿Son estas cifras tan fantásticas como las que vaticinaba Cospedal el lunes, inmiscuyéndose en la institución que debe facilitárselas al Gobierno? Pero la cocina estadística sólo ha hecho que prender. El próximo año y medio el desempleo aumentará en nuestro país por la sencilla razón de que el consumo interno continuará desplomándose. Pero Rajoy y los suyos pergeñan un ardid para maquillar el aspecto demacrado de la crueldad económica. Pronto se pondrán en marcha los ‘minijobs’, trabajillos que tapan agujeros y someten a la semiesclavitud a la gente. Así, una persona que esté dada de alta en la SS (con perdón) con un contrato de dos horas desaparecerá de
las estadísticas oficiales. Esa precariedad no aportará dignidad al ciudadano que mendiga por salvar a su familia, pero sirve para que hasta 2015, año electoral, el Partido Popular pretenda hacer creer a los españoles que vamos como el transbordador espacial. España se desangra y abundan los torpes.
 
El Gobierno ha privatizado el viento y el Sol, el astro rey tras Bárcenas y el petróleo. Quienes tenían placas o aerogeneradores alentados por el compromiso medioambiental y el ahorro han recibido un palo en la frente. La Administración ha modificado la ley energética para reducir el multimillonario déficit de tarifa y saldar deudas con las eléctricas. Esto acarreará multas al inocente que confió en las energías limpias si las usan y ha soliviantado a los inversores extranjeros, que demandarán al Gobierno por cambiar las reglas en pleno juego. Respirar consume oxígeno y emite gases contaminantes; por eso no hay que descartar un nuevo impuesto. Pensar desgasta y, a la vista de todo lo anterior, este invierno la luz provendrá del parto y los antidisturbios proveerán la calefacción. 
 
Publicado en El Norte de Castilla el 4 de septiembre de 2013