Madrid ha descubierto la verdadera cara de la basura. Pasear por sus calles se ha convertido en un deporte de riesgo. Los sufridos contribuyentes de la capital de España no pueden siquiera caminar en línea recta, lo que acrecienta los tiempos de desplazamiento. La ciudad se ha convertido en un serpenteante vertedero multicolor, en cuyas vías fermentan las vergüenzas de los despachos. Los paseantes se topan desde hace días con toda clase de vidrios, salvo con la botella principal, la alcaldesa desaparecida de la trinchera hedionda. Ana Ídem asegura que el Ayuntamiento no tiene nada que ver en este berenjenal y lanza las bolsas sobre el tejado de las concesionarias, donantes muy populares. Los trabajadores no ceden ante la misérrima perspectiva laboral que les plantean y el asunto va para largo. El diario conservador alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung se mofaba ayer del conflicto, y venía a decir que no tenemos dinero ni para recoger la basura. Estoy de acuerdo: no hay suficientes recursos en España para eliminar tanta mierda; nos llega hasta el cuello y gran parte de ella se lanza desde las alturas.
Dice el refrán que quienes comparten colchón se vuelven de la misma condición. En el caso que nos ocupa, los vasos comunicantes del riego sanguíneo de los Aznar se ha transformado en un reflujo ácido y fecal. Cuando esta pareja abre la boca, todo el mundo al suelo, que vuela la tontería. La alcaldesa madrileña desaparece durante las desgracias. Su ciudad pronto será tomada por las ratas, que ya campan a sus anchas en ese gigantesco figón capitalino. Los pobres podrán comer; no la basura, que está mutando en metano, sino ratas. Como narrase Delibes en su obra, el Ratero tiene a su sobrino el Nini cazando esta indestructible especie. El escritor vertió en su novela una crítica social que puede ser trasladable a la España actual sin perder un ápice de frescura. En la Villa y Corte anida una alcaldesa incapaz. Es torpe, imita a los lelos y se muestra huidiza. Es la Nini de Madrid. Ni sabe ni contesta.
Publicado en El Norte de Castilla el 13 de noviembre de 2013