El Gobierno cristiano y conservador de España quiere que los judíos vuelvan a casa. Aquellos hebreos eran unos ingenuos: muchos se llevaron las llaves de sus hogares, tal vez pensando en que llegarían tiempos mejores. Es posible que sólo cargasen con ellas como un recuerdo sentimental de su amada Sefarad. El caso es que no retornaron y sus descendientes directos conservaron la lengua y las costumbres en sus nuevas tierras de acogida africanas o americanas.
La vida da tantas vueltas como el pueblo judío y hete aquí con que el proyecto que maneja el PP se convertirá en ley, al parecer, sin oposición de ningún grupo parlamentario. Esta proposición coincide caprichosamente con otra boba circunstancia, esa que otorgará el derecho de residencia a los extranjeros que compren e inviertan buenas sumas en España. ¿Casualidad? Hmm, bendita casualidad, dirán algunos. Sefarad/España está a la venta a causa de los excesos. Es tierra de oportunidades, entendidas tal y como aplican los tenderos ese término a las existencias ‘outlet’. Sea como fuere, muchos descendientes de aquellos españoles despojados de todas sus posesiones están removiendo el desván para recabar documentación que acredite sus raíces y optar al plácet de Gallardón y el resto del coro. Quien vea en este asunto trazas de sentimentalismo y justicia es mejor que reinicie las sinapsis. Este movimiento tiene toda la pinta de traer emigración de calidad, con pasta fresca para invertir. No olvidemos que la demonización de nuestros antiguos compatriotas cargaba, entre otros nimios detalles, con la deuda contraída por el poder con los judíos, quienes prestaron sus finanzas al servicio de lo que luego se llamó España. Antes que pagar, rastrear y limpiar la sangre. Las embajadas están a tope de peticiones y los rabinos no dan abasto aportando papelería. De nuevo, los judíos a soltar la plata para auxiliar al país. ¿Que por qué no se ha aplicado el mismo rasero a los moriscos, laminados como los judeoespañoles? Quizá no les gusten los moros sin recursos.
Publicado en El Norte de Castilla el 12 de marzo de 2014