Tiene razón el tío de Rafa Nadal cuando afirma que las cosas, cuanto más simples, mejor. Al entrenador de nuestro mejor tenista no le ha gustado nada el procedimiento llevado a cabo por el presidente de la federación de tenis de nombrar a Gala León capitana de la Copa Davis. Los jugadores han mostrado su extrañeza por la designación y por no haber sido consultados. El hecho de que quien lidere el equipo masculino de tenis sea una mujer puede sorprender a muchos y, por lo que se ve, espanta a otros tantos. Toni Nadal cree que no es acertado que una mujer se pasee en el vestuario dando ánimo a los jugadores mientras éstos se muestran desnudos o semidesnudos antes de salir a la pista. Es un asunto controvertido, la verdad. Del mismo modo, causaría similar estupefacción si quien dirigiese el equipo tuviese la condición de homosexual declarado (digo yo). Se podría afirmar que el disfrute para la vista sería idéntico al que podría mostrar una mujer ante tipos de más de uno ochenta, fornidos y en plena forma.
Como suele suceder en estos casos, ante la polémica, el presidente de la Federación ha reculado un paso y justifica el nombramiento como “provisional”. Entonces, ¿por qué se ha tomado semejante decisión, habida cuenta que nuestra exitosa selección ha descendido de categoría tras el último fracaso? Hay quien duda de la capacidad de Gala León para hacerse con las riendas de semejante pastelón. Se refieren, claro está, a que la interfecta carece de la suficiente experiencia para los retos que deberá afrontar, si se pretende conducir al equipo español a la primera línea. Ése debería ser el debate, y no el otro. No creo que un tenista juegue mejor o peor si ha de vestirse un poco antes de que León entre en el vestuario para insuflarle ánimo. Otra cosa bien diferente sería que la seleccionadora perdiera el sentido ante el torso desnudo de uno de nuestros campeones. Ella o un entrenador homosexual. Y, por qué no: cualquiera de nosotros, para qué vamos a engañarnos. Quien sea de piedra, que tire la primera.
Publicado en El Norte de Castilla el 24 de septiembre de 2014